Cómo Sanarte a ti Mismo -Una guía de Sanación Espiritual
Índice de Contenidos
1. Cómo Utilizar esta guía?
Escribí esta guía de sanación de Reiki con el permiso de mi Maestro Shaykh Nazim, para ayudarte a sanar, energética, física, mental y espiritualmente. Puedes leer esta guía aquí o descargar la versión pdf de arriba e imprimirla.
La mejor manera de usar esta guía es ver el video de arriba mientras haces los ejercicios que se enumeran aquí abajo o directamente desde el pdf
Durante su sanacíon, es posible que le surjan preguntas. Mi sugerencia es que te unas a nuestra comunidad privada aquí donde puedes compartir tus preguntas personalmente conmigo así como participar en nuestras discusiones en vivo y reuniones virtuales.
2.0 ¿Por qué nos enfermamos?
La enfermedad es a menudo el resultado de la falta de conexión espiritual en nuestra vida. La mayor parte de las enfermedades se deben a trastornos emocionales no resueltos, que a menudo se deben a la falta de conexión espiritual. El desorden emocional no es la fuente del problema como afirman la mayoría de los psicólogos o terapeutas mente-cuerpo, el desorden emocional es el resultado de estar demasiado absorto en el mundo físico y no lo suficiente en el mundo espiritual. Cuando esto ocurre, el movimiento de los chakras se ralentiza, nuestra energía se vuelve pesada y podemos empezar a sentirnos cansados, vacíos y deprimidos.
Incluso después de años de terapia, un paciente puede progresar poco o nada en su tratamiento, o incluso peor, volver a su condición original a la que vino a tratarse si su condición espiritual no mejora. No basta con curar un trauma emocional, no basta con llevar una dieta sana o hacer ejercicio, no basta con cerrar los ojos y esperar mejorar.
No. Para sanar debes estar dispuesto a volver a tus raíces espirituales, sólo entonces comenzarás a recibir el alimento de la Fuente que te trajo a esta vida. Sin este alimento, toda curación es sólo superficial, la verdadera raíz de la enfermedad continúa en el corazón.
Piensa en la tierra y el sol. El sol proporciona la energía y el calor que permiten que la vida funcione en este planeta, sin el sol la tierra moriría tarde o temprano. De la misma manera que la tierra depende del sol para su alimentación, nosotros también como humanos dependemos de Dios, el Creador, la Fuente de todas las cosas para nuestro sustento.
Cuando estamos conectados a esa fuente, nos sentimos bien, nos sentimos fuertes, nos sentimos felices. Incluso si hay desafíos, tenemos la esperanza de saber que estamos apoyados espiritualmente.
Cuando estamos desconectados de nuestra fuente divina, podemos sentirnos pesados, deprimidos y perdidos. Nuestros hábitos se sintonizan con los deseos de nuestro ego, y nuestra felicidad se convierte en una cesta vacía, por mucho que intentemos llenarla con lo que nuestro ego nos da, tarde o temprano vuelve la sensación de vacío.
Mi gran maestro Shaykh Nazim atribuyó la enfermedad a hacer cosas deshonrosas en nuestra vida. En otras palabras, acciones que son de naturaleza negativa. Cuando creamos daño, también podemos recibir ese daño a cambio. Cuando nuestros pensamientos, acciones y palabras en esta vida están conectados con cosas que dañan nuestra conexión con el amor y la fuente divina, nosotros mismos estamos ensuciando nuestra energía.
2.1 Los divinos océanos sanadores del amor
Imagina un hermoso océano frente a ti... cristalino, que brilla con luces sanadoras, un lugar de tal belleza, que cada vez que entras en sus aguas todas tus preocupaciones se alejan, todos tus dolores son lavados, y todas tus heridas son aliviadas. Tan hermosa es la sensación, que simplemente flotas en estas aguas sagradas bajo el cálido sol, mientras las presencias angélicas dan vueltas sobre ti cantando antiguas canciones olvidadas de curación y alabanzas divinas a la Fuente Única de todo. En estas aguas se te recuerda la belleza del ilimitado amor celestial por ti.
Sin embargo, muchas personas olvidan que este hermoso océano existe para ellos. Cuando se enferman, ya sea física, mental o emocionalmente, en lugar de examinar su vida para ver dónde están ensuciando su propia energía, corren inmediatamente al hospital, a los médicos y a los psicólogos en busca de una solución... y mientras esta solución puede aliviar temporalmente los síntomas de su enfermedad, la verdadera enfermedad continúa en sus corazones, haciendo su vida pesada e insoportable.
2.2 El ego y los océanos de miseria
¿Qué ocurre cuando entras en agua sucia? Te cubres de agua sucia. Te enfermas por el agua sucia. Cuando vives tu vida de forma deshonrosa, y te involucras en cosas que alimentan tu ira, tus celos, tu codicia y tu obsesión por el mundo que te rodea, en lugar de alimentar la conexión de tu corazón con lo Divino y el amor, estás entrando en este momento, según mi Maestro, en sucios océanos de miseria.
El ego dirá no vayas a los océanos limpios, no hay nada para ti allí. Te dirá que no busques ayuda espiritual, si no la ves, no existe. Te dirá que no des descanso a tu cuerpo físico, si descansas perderás dinero y tiempo. Te dirá que, aunque creas en Dios, rezar no te ayudará, que es mejor tomar tus antidepresivos, medicamentos, etc.
El ego no quiere que seas libre. No quiere que encuentres soluciones reales a tus problemas. Quiere que creas que tu solución está sólo en este mundo, en fuentes secundarias. Hará todo lo que esté en su mano para distraerte de que vuelvas a los hermosos océanos divinos de amor, porque sabe que una vez que entres de verdad en esas aguas celestiales, te habrá perdido para la Presencia Divina. El ego no puede sobrevivir en la Presencia Divina, sólo puede sobrevivir como un parásito en los sucios océanos de la miseria, alimentando tu miseria, y alimentándose de tu miseria.
2.3 ¿Cuál es entonces la solución?
Es volver a los caminos celestiales. Es cuestionar cada cosa que haces, piensas y dices y preguntarte si esto alimenta mi ego o el amor en mi corazón. Es preguntarse si has aprendido a perdonar o si llevas la ira en tu corazón. Es preguntarte si te estás quejando cada vez que tienes un problema en lugar de pedir su sabiduría para poder crecer. Es preguntarse si realmente quieres encontrar la paz y la alegría en tu vida, o si te conformas con formas temporales de alegría y paz. Es preguntarte cómo estás tratando a los demás, esto incluye no sólo a las personas, sino a los animales, las plantas y la naturaleza. Es preguntarte si estás dedicando tiempo a fortalecer tu conexión espiritual con Dios o si la mayor parte de tu tiempo se dedica a fortalecer tu conexión con las ilusiones de este mundo. Es preguntarte si tus acciones, pensamientos y palabras están creando un buen karma o un karma negativo.
Todo tiene una consecuencia. La vida es como un boomerang. Si haces cosas sucias, las cosas sucias vuelven a ti. Si haces cosas buenas, las cosas buenas volverán a ti. Algunas personas dicen que hago cosas buenas, y aun así mi vida es mala.. No tengo dinero ... la gente se aprovecha de mí .. estoy enfermo... etc. Sé paciente. A veces llegan olas fuertes a tu vida, no para hacerte daño, sino para enseñarte, formarte y ayudarte a crecer. Después de todo, no nos convertimos en nadadores fuertes sólo por meternos en una bañera, nos convertimos en nadadores fuertes aprendiendo a nadar en el océano y luego ayudando a otros a hacer lo mismo.
En resumen, la curación no consiste únicamente en liberarse de la enfermedad física. Una persona puede estar libre de la enfermedad física y seguir estando muy enferma en su corazón. El proceso de curación es un viaje de vuelta al océano del amor. Recordar que este mundo no es tu verdadero hogar, y que eres tanto la gota divina en el océano como el océano mismo.
Para sanar, como dijo Rumi, tienes que "salir del océano del círculo del tiempo, y entrar en el círculo del amor".
¿Estás preparado para hacerlo?
